Estrategias de manejo de pastoreo en el Piedemonte llanero para sistemas intensivos de producción de carne

- Red: Ganadería y especies menores
- Sistema productivo: Cárnica bovina, Láctea
- Tipo de oferta: Tecnologías
- Área temática: 1. Manejo integrado del sistema productivo. 2. Manejo de suelos y aguas
- Cobertura geográfica:
- Región natural: Orinoquía
- Departamentos: Meta
- Municipios: Meta: Villavicencio, Castilla, Cumaral, Restrepo, Puerto López, Acacias, Cubarral, Guamal, San Martín y Granada.

Descripción
Conforme con la disponibilidad de esta oferta como recomendación tecnológica, a continuación, se expresan las condiciones de manejo del pasto Brachiaria humidicola cv. Llanero establecido con franjas de árboles y cobertura de Arachis pintoi, en función de la productividad de sistemas ganaderos de la Orinoquía:
- Condiciones de establecimiento: El pasto B. humidicola cv. Llanero se puede establecer en una densidad de 4 a 6 kg/ha de semilla, con una germinación superior a 30%. También se puede utilizar material vegetativo (cepas) a una distancia entre 50 y 80 cm. La fertilización en la siembra dependerá de los resultados de análisis químico de suelos. Se sugiere que el primer pastoreo se realice entre los 60 y 90 días después de la siembra. Los árboles se pueden establecer en franjas de dos o tres surcos. En el caso de franja de dos surcos, esta puede tener un ancho de 10 metros, a lo largo de los potreros. Los surcos de árboles van separados a una distancia de 7 m, y entre plantas de 9 m. Los materiales arbóreos se establecen en forma alterna para tener un bosque lineal diverso. Se sugiere utilizar árboles de rápido crecimiento adaptados a la región, como el Yopo (Anadenathera peregrina), Caña fistol (Cassia moschata), Saman (Samanea saman) y Eucalipto pellita. Se recomienda que la leguminosa Arachis pintoi se establezca como cobertura vegetal y banco de proteína, utilizando material vegetativo en la franja de árboles, colocando uno a dos trozos de tallo en cada sitio de siembra, a una distancia entre 50 y 80 cm entre plantas. se espera que, al cabo de tres años de sembrado, se pueda quitar la cerca de protección y permitir el aprovechamiento del sombrío, para que el bovino tenga una zona de confort y fuente de proteína. Se resaltan las condiciones de adaptación de estas especies frente a suelos ácidos, con alta saturación de aluminio y baja concentración de los minerales esenciales para el desarrollo de las plantas.
Es importante precisar las condiciones específicas con las cuales se validan estas recomendaciones:
- Suelos y praderas con una cobertura del pasto superior al 90%, suelos ácidos con 2.8% de materia orgánica, 1.5 y 3 mg/kg de fósforo y azufre, respectivamente; 0.7 y 0.10 cmol/kg de calcio y magnesio, respectivamente; y 0.07 cmol/kg de potasio. Estos son suelos representativos de los oxisoles de la Orinoquía, con limitantes en la disponibilidad de minerales para el buen desarrollo de los cultivos, incluyendo los pastos.
- La fertilización de mantenimiento deberá realizarse anualmente y los fertilizantes sugeridos son 100 kg/ha de fosfato diamónico (DAP), 100 kg/ha de sulpomag, 100 kg/ha de sulcamag y 200 kg/ha de urea. Con esta fertilización, se aplica 20 kg/ha de P, 110 kg/ha de N, 18 kg/ha de Ca, 20 kg/ha de Mg, 18 kg/ha de K y 30 kg/ha de S.
- Se propone aplicación al voleo a los 15 días después de iniciado el pastoreo. La urea se fracciona en dos aplicaciones: 50% con los otros fertilizantes y 50% a los tres meses de la primera aplicación.
2. Manejo del pastoreo. El pastoreo deberá realizarse a una altura de 20 cm para evitar el sobrepastoreo, que puede causar degradación de praderas. Se sugiere que sea rotacional en los potreros, con periodo de ocupación y de descanso que dependerá del número de potreros, pero se recomienda que el periodo de descanso sea de 25 a 35 días, para que el pasto tenga buen desarrollo y alta disponibilidad de forraje. Si se disponen de 10 potreros, se tendrán tres días de ocupación y 27 días de descanso.
3.Manejo animal. Para obtener buena respuesta a la cantidad y calidad del pasto, este debe realizarse con animales procedentes de una cría reconocida que produzca terneros de buen valor genético. Se pueden utilizar macho cebú o sus cruces con razas criollas, u otra raza de origen europeo, con un peso inicial promedio de 270 kg/animal y una edad promedio de 18 meses, los cuales deben ingresar al pastoreo a comienzo de lluvias (1 de abril) y terminarán su pastoreo el 1 de enero del año siguiente, con un peso final de 500 kg/animal. La carga animal promedio es de 4 U.A/ha, que equivale a 1600 kg/ha (1 U.A. Unidad animal equivale a 400 kg de peso vivo).
Beneficios
A continuación, se mencionan las ventajas de la presente oferta:
- Esta oferta recomienda un óptimo aprovechamiento del recurso suelo para la producción de pastos, que contribuyen al aumento de la productividad. Esto se ve expresado en el aumento del nivel de sostenimiento en la región por hectárea (800kg/ha/año), en comparación con el manejo tradicional (150 kg/ha/año).
- Aumento de la capacidad de carga de 1 a 4 U.A./ha y ganancia diaria de 800 g/animal/día.
- Una mayor capacidad de carga animal y un aumento en la ganancia de peso en ceba intensiva contribuye a superar la productividad de carne bajo ceba tradicional. En ceba intensiva, la productividad de carne es de 960 Kg/ha/año, mientras que en ceba tradicional es de 300 Kg/ha/año.
- A nivel económico, las ventajas se expresan en la comparación para un escenario de engorde durante 10 meses con carga de 4 U.A /ha (1 U.A. equivale a 400 kg de peso vivo). Los costos de los fertilizantes y su aplicación por hectárea son de $660.000/ha y los ingresos obtenidos por la venta de la carne producida son de aproximadamente $3.840.000/ha, lo cual expresa un ingreso neto de $3.180.000 durante los 10 meses de pastoreo. En ceba tradicional con carga de 2 U.A./ha, los ingresos netos son de $1.200.000.
Propuesta de valor
Con esta oferta, la producción de forraje se incrementa en 78%, con respecto a la producción de forraje tradicional. Esto permite aumentar la capacidad de carga en un 50% y la ganancia diaria de peso en un 60%.
Con base en lo anterior, la productividad de carne aumenta en un 220%, en tanto, bajo la ceba tradicional se promedian ganancias de 300 kg/ha/año, y con esta oferta, ganancias de aproximadamente 960 kg/ha/año, debido al aumento de la carga animal por hectárea.
Por otro lado, a partir de la disminución de los costos de los fertilizantes con esta oferta tecnológica, el ganadero obtiene un ingreso neto de $3.180.000, mientras que en la ceba tradicional este ingreso es de $1.200.000, lo cual representa una mejora en los ingresos de 165%.
Publicaciones asociadas
Rincón, A., Florez, H., Ballesteros, H., & León, L. M. (2018). Efecto de la fertilización en una pradera de Brachiaria humidicola cv. Llanero en el Piedemonte de los Llanos Orientales de Colombia. Tropical Grasslands – Forrajes Tropicales, 6(3), 158 - 168.
Rincón, A. (2012). Los minerales en el desarrollo y producción de las plantas. En A. Rincón & C. Jaramillo (Eds.), Manejo de la nutrición mineral en sistemas ganaderos de los llanos orientales de Colombia (pp. 58 – 80). Agrosavia, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Rincón, A. (2012). Concentración de minerales en suelos y fertilización de pastos en los Llanos Orientales de Colombia. En A. Rincón & C. Jaramillo (Eds.), Manejo de la nutrición mineral en sistemas ganaderos de los llanos orientales de Colombia (pp. 113 – 164). Agrosavia, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Rincón, A. (2010). Manejo de praderas bajo pastoreo. En A. Rincón & C. Jaramillo (Eds.), Establecimiento, Manejo y Utilización de Recursos Forrajeros en Sistemas Ganaderos de Suelos Ácidos (pp. 113 – 139). Agrosavia, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, FEDEGAN.
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