INTRODUCCIÓN
Historia de la colección
Comenzando la década de los 90 AGROSAVIA (Corpoica) comenzó la exploración de los microrganismos habitantes del rumen de bovinos criollos y razas comerciales de sus territorios, a la par que establecía la primera infraestructura conocida en el país de aislamiento y cultivo de los anaerobios más estrictos conocidos hasta hoy en el planeta. Cruzando la Orinoquía hasta las praderas del vichada, y entre los valles interandinos se colectaron las primeras muestras de contenido ruminal enriquecidas por la abundancia de carbohidratos estructurales de sus pastos y praderas. Las primeras especies colectadas pertenecieron a los géneros Ruminococcus, Fibrobacter y Butyribrio quienes se caracterizaron por su alta actividad enzimática para degradar pared celular vegetal. En seguida vinieron los aislamientos de hongos del rumen, Neocallimastix, Orpinomyces, Ruminomyces, Piromyces y Caecomyces, asociados todos a la colonización y digestión de los forrajes consumidos por los bovinos; su aislamiento y cultivo derivo en su conservación a largo plazo en ultra temperaturas de frio. Esta bioprospección microbiana derivo en la exploración de otros nichos, en específico el del ciego de animales herbívoros silvestres como el Agutí, la Danta y el Chiguiro lo cual genero los cimientos y la riqueza metabólica y genética de las bacterias y hongos del tracto gastrointestinal hoy mantenidas en las colecciones y bancos de la nación. En años más recientes se trasladó la búsqueda y exploración microbiana al desarrollo de productos tecnológicos para mejorar la producción ganadera de productores del trópico alto y bajo, este paso culmino con inóculos microbianos tipo probiótico que disminuyen la colonización de enteropatógenos y mejoran la digestión de los jóvenes terneros. Nuevas búsquedas de microrganismos hoy se realizan, pero ya no apoyadas por las técnicas clásicas de bacteriología y microbiología, sino por modernas marchas de bioprospección OMICA y diseño de nuevos medios que entrelazan fuentes de carbono y nitrógeno con trazas de microelementos y metabolitos “nutriómica inteligente”.