- El modelo beneficiará directamente a 540 productores en 8 municipios del departamento: El Carmen, Ocaña, San Calixto, Hacarí, La Playa, Ábrego, Villa Caro y Bucarasica, con un impacto indirecto en 1.769 personas.
Ocaña, Norte de Santander. Abril 28 de 2025. La Corporación colombiana de investigación agropecuaria presentó este viernes 25 de abril los resultados del proyecto para elaborar un modelo de producción sostenible de cebolla de bulbo en la provincia de Ocaña, Norte de Santander. Este esfuerzo, que contó con la financiación del Sistema General de Regalías desde el fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, fue posible gracias al trabajo interinstitucional entre entidades aliadas como la Universidad Francisco de Paula Santander sede Ocaña, Asomunicipios, el ICA y la Gobernación de Norte de Santander a través de la Secretaría de Agricultura, que desde 2022 se desarrolló con etapas de investigación, capacitación, implementación y evaluación para consolidar un modelo sostenible y replicable en la región.
El modelo consta de una caracterización y evaluación, donde se realizaron análisis biofísicos, técnicos y socioeconómicos de los sistemas productivos de cebolla de bulbo, incluyendo la evaluación de factores de estrés bióticos y abióticos, y la implementación de sistemas de alertas climáticas tempranas. Así mismo se identificaron y evaluaron diferentes genotipos de cebolla que responden eficientemente al estrés, mediante colecta en campo, donde se caracterizaron genética y morfoagronómicamente en colaboración con productores, beneficiando 540 familias de los municipios de El Carmen, Ocaña, San Calixto, Hacarí, La Playa, Ábrego, Villa Caro y Bucarasica en el departamento de Norte de Santander.
Durante los tres años del proyecto, se estableció una parcela piloto y un proceso de estructuración de un eslabonamiento productivo asociativo, además de capacitar al talento humano de la región con tecnologías validadas para el manejo eficiente del cultivo. Se integraron los resultados previos para la selección de genotipos y se elaboraron fichas técnicas, consolidando un sistema regional de producción y realizando talleres participativos durante 23 meses.
“En cualquier sistema de producción la semilla es el primer eslabón de la cadena productiva, entonces una semilla de calidad no solamente nos garantiza buenos rendimientos sino también resistencia a plagas y enfermedades, adaptación al clima local y sobre todo una sostenibilidad ambiental. En proyectos como en el de la elaboración de un modelo de producción sostenible de cebolla de bulbo para la provincia de Ocaña en el departamento de Norte de Santander, pudimos evidenciar como la falta de semilla limpia y adaptada ha llevado a pérdida en la productividad y la dependencia de materiales foráneos que han afectado la economía de estas comunidades. El plus que tiene la alianza con el INTA está en obtener semilla botánica, desde que llegó la cebolla al territorio siempre se ha multiplicado por bulbos, eso tiene el problema que se da una degeneración del material, problemas fitosanitarios, bajos rendimientos, etc. A pesar de que florecen nunca se logró que la semilla fuera viable. El convenio entonces permite al proyecto contar con semilla de cebolla cañera y aprovecha la experiencia que ellos tienen en la producción de este material”, resaltó Yanine Rozo, investigadora máster y líder del proyecto.
En cuanto al manejo agronómico, se identificaron factores a considerar en la aplicación del riego y la fertilización, concluyendo que el uso de fertilización foliar y sistemas de riego por goteo, son la forma más eficiente y adecuada para las condiciones de Ocaña, promoviendo así un uso racional del agua y los insumos. En el componente fitosanitario se identificaron insectos como trips, moscas minadoras y áfidos, además de nemátodos como Helicotylenchus, Aphelenchoides y Rotylenchulus, y enfermedades como pudrición basal, bacteriana, mancha púrpura y ceniza. Para controlarlos, se recomienda manejo integrado, rotación de cultivos, uso de semillas sanas y aplicación oportuna de fungicidas.
“El propósito principal de este proyecto fue la recuperación y fortalecimiento de la cebolla ocañera como un patrimonio productivo y cultural de la provincia de Ocaña. Este es un primer paso que ha tenido cerca de 1.700 beneficiarios directa e indirectamente, pero con un reto que tenemos que enfrentar y tenemos que darle solución para proyectar esta cadena hacia el futuro; pensar en disponer y multiplicar las variedades mejoradas de semilla que nosotros entregamos en este proyecto, escalar esta producción de semilla botánica es muy importante para garantizar la productividad y sostenibilidad de este sistema productivo en el tiempo, así como consolidar una cantidad suficiente de material vegetal para su distribución y multiplicación entre los productores. Esta es una tarea que tenemos que desarrollar en una segunda fase, donde organizaciones, Ministerio y demás gremios asociados a la cadena productiva deben tener en cuenta para la segunda fase y así garantizar que todo el proceso que nosotros desarrollamos en este proyecto de elaboración de un modelo de producción tenga el impacto que necesita la región y contribuya al final a que esa productividad, esa marca de origen, esa denominación Catatumbo desde la cebolla ocañera sea efectiva y cumpla su propósito y llegue directamente al productor”, concluyó Diego Alejandro Zárate, director del Centro de Investigación La Suiza.
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- Ivan David Alba Hidalgo
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