- Con el desarrollo de esta propuesta, el campo del mañana, se siembra hoy con talento joven.
- La ruralidad está llena de promesas, y su verdadero potencial se encuentra en las nuevas generaciones.
San Miguel, Putumayo. Diciembre 22 de 2025. En el confín sur de Colombia, donde la selva del Putumayo besa la frontera con Ecuador, late San Miguel. Un territorio marcado por capas de historia: la tierra fértil del arroz, el subsuelo convulso del petróleo y la sombra transformadora de la coca. Un lugar donde la migración forjó una identidad compleja y donde, durante décadas, el futuro parecía una semilla que brotaba lejos de casa.
Hoy, en este microcosmos de resiliencia, una nueva revolución está germinando. Una que no extrae, sino que siembra; que no divide, sino que echa raíces. La Estrategia Nacional Jóvenes Rurales, liderada por la Corporación colombiana de investigación agropecuaria - AGROSAVIA y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo. Rural, ha llegado para cambiar la narrativa. Su misión es clara y poderosa: enamorar a las nuevas generaciones de su tierra, para que elijan quedarse y florecer en ella.
El epicentro de este renacimiento es la Institución Educativa Rural El Sábalo. Allí, la teoría agrícola cobra vida en manos de los jóvenes. Ya no se habla solo de subsistencia, sino de soberanía agroalimentaria, transformación en territorio y emprendimiento rural. La institución se ha convertido en un laboratorio de innovación rural, AGROSAVIA equipó con tecnología, lo que convierte los frutos de la tierra en oportunidades concretas.
Para lograr estos desafíos la institución recibió de AGROSAVIA, una peladora y freidora industrial, para transformar el plátano en chips; una prensa manual y barriles de madera, para fermentar frutos en vinos y licores con identidad local, una empacadora al vacío, licuadora industrial, selladora industrial y nevera panorámica que garantiza calidad y vida útil de los productos. De igual manera recibieron pH metro, termómetro digital y gramera, que convierten la tradición en recetas precisas y estandarizadas, listas para el mercado.
Adicionalmente, se construyó un biodigestor que transforma los residuos en energía limpia, y un túnel de multiplicación que asegura la producción de semillas de plátano de alta calidad, consolidando la autonomía productiva y la economía circular.
Pero el equipamiento es solo la herramienta. El verdadero cambio se cultiva en la mente y el espíritu. El equipo de AGROSAVIA, con su oficina de la Sede Florencia y Costayaco, a través de talleres experienciales brindados a los jóvenes de San Miguel, ahora dominan las Buenas Prácticas de Manufactura, procesos de producción, diseñan modelos de empresarización rural, exploran energías alternativas y aprenden a establecer cultivos con manejo integral y sostenible, contribuyendo así a la conservación del ecosistema más importante del planeta: La Amazonia.
Este proyecto es más que una inversión en infraestructura; es una apuesta audaz por el capital humano. Está consolidando Proyectos Pedagógicos Productivos (PPP) que son, en esencia, incubadoras de agroempresarios. Ya no se forman solo estudiantes; se forman líderes que ven en el campo un panorama de sueños viables, rentables y sostenibles.
San Miguel está escribiendo un nuevo capítulo. Donde antes había fuga de talento, hoy hay retención de esperanza. Donde el pasado hablaba de extracción, el futuro habla de transformación con valor agregado. Aquí, en la frontera, las nuevas generaciones no están mirando hacia fuera en busca de un porvenir; lo están construyendo con sus propias manos, desde adentro, con el apoyo de sus padres y abuelos, convirtiendo la tierra de sus ancestros en el fértil suelo de su propio éxito. El campo tiene futuro, y ese futuro se llama Jóvenes Rurales.
- Más información:
- José Dario Ule Rodriguez
- Profesional de Comunicaciones, Identidad y Relaciones Corporativas
- Sede Florencia
- Oficina Asesora de Comunicaciones, Identidad y Relaciones Corporativas
- jule@agrosavia.co
- AGROSAVIA