Manejo del achaparramiento del maíz y su vector Dalbulus maidis
Zea mays L.

- Cobertura geográfica:
-
Valle Cálido del Alto Magdalena y Caribe húmedo.

Descripción
Esta tecnología proporciona un enfoque integral para controlar y mitigar los efectos del complejo del achaparramiento del maíz, optimizando el manejo del cultivo.
El complejo del achaparramiento del maíz, es una enfermedad emergente causada por dos bacterias sin pared: el Candidatus Phytoplasma asteris (fitoplasma del achaparramiento arbustivo del maíz) y Spiroplasma kunkelii (espiroplasma del enanismo del maíz). Estas bacterias afectan los haces vasculares del maíz, principalmente el floema y son transmitidas por los insectos vectores Dalbulus maidis y, en menor medida, Peregrinus maidis. La propagación de los patógenos dentro de los insectos y las plantas reduce significativamente el rendimiento del maíz, con pérdidas que van desde el 30% hasta el 60% de la producción por hectárea, o incluso hasta el 100% en casos graves.
La estrategia incluye prácticas como el monitoreo de los insectos vectores y el uso de controladores biológicos y suplementos como Metarhizium anisopliae y silicio (SiO2) para reducir la transmisión de los patógenos. Estas prácticas, junto con el tratamiento de semilla y el manejo adecuado de las condiciones climáticas, buscan mejorar el rendimiento de los cultivos y reducir las pérdidas causadas por esta enfermedad.
La presente recomendación propone la implementación de prácticas de manejo integrado con el objetivo de disminuir los efectos que tiene la colonización del espiroplama y fitoplasma en el rendimiento del cultivo de maíz a través de las siguientes prácticas:
1. Fechas para sembrar: Antes de sembrar, consultar y conocer la resolución de fecha permitida para la venta y siembra de semilla, emitida por las autoridades regulatorias agrícolas, en este caso para Colombia, el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA.
2. Tratamiento de semilla: Para el tratamiento de la semilla, es posible agregar del insecticida una dosis 3,5 mililitros por 1000 semillas. Posterior a la homogenización y secado del producto, en el menor tiempo posible es necesario llevar a cabo la siembra.
3. Monitoreo de Dalbulus maidis previo y durante el cultivo: Posterior a la preparación del terreno es necesaria la ubicación de por lo menos 3 trampas amarillas en los bordes del lote por donde pueda ingresar el insecto vector considerando vías, dirección del viento y cultivos aledaños principalmente. En las trampas, el umbral de acción corresponde a un valor promedio de siete (7) Dalbulus maidis por trampa. Posterior a la emergencia de las plantas puede realizarse en las horas de la mañana.
4. Monitoreo de condiciones climáticas a partir del establecimiento del cultivo: Una vez haya decidido sembrar acorde con la oferta ambiental y las fechas de siembra, se recomienda monitorear las temperaturas máximas y mínimas, así como los mm de precipitación semanalmente y atender los pronósticos semanales de las mestas técnicas agroclimáticas de cada región.
5. Aplicación de Metarhizium anisopliae como controlador de adultos y ninfas de D. maidis: Posterior a la preparación del suelo se recomienda la aplicación del hongo entomopatógeno M. anisopliae en arvenses asociadas al lote, en las superficies de plantas recién emergidas y en la primera fertilización. Debe garantizarse que el biopesticida empleado tenga una concentración del hongo entre 1.5 x 108 a 2.0 x 108 de Colonias viables/g. Este bioinsecticida debe aplicarse un coadyuvante no alcohólico una dosis de 1 g/L y con melaza o miel de purga. Esta aplicación puede repetirse con la primera fertilización.
6. Aplicación de silicio (SiO2) en la primera fertilización edáfica en la base de las plantas (V4) y en la segunda fertilización alrededor de la etapa V8 se recomienda su aplicación en una dosis de 1,5 L /Ha.
7. Manejo general del cultivo: Garantizar una profundidad de siembra de la semilla a 5 cm. Evitar resiembras aleatorias dentro de un mismo lote debido a que se generan diferentes etapas de desarrollo fenológico dentro del cultivo y promueve la migración del insecto vector a zonas del lote con etapas de desarrollo menores. Posterior a la cosecha si no se va a realizar rotación, aunque no es lo recomendad, eliminar las plantas espontáneas que se convierten en reservorio del insecto vector y de los patógenos. Garantizar suficiente fósforo disponible y móvil en la planta para que en infecciones tardías puedan compensarse la severidad de la enfermedad. Durante la etapa reproductiva del maíz evitar estrés por sequía que permita en infecciones tardías incrementar la severidad de la enfermedad en las plantas. Manejar las arvenses asociadas al maíz de tal manera que no compitan con el cultivo y se conviertan en reservorios del fitoplasma y el espiroplasma.
Esto permite a los productores de maíz reducir las pérdidas de rendimiento, aumentando la rentabilidad de la cosecha y mejorando la sostenibilidad de la producción. Con esta estrategia, los agricultores pueden mitigar el impacto de la enfermedad y lograr un mejor rendimiento en su cultivo, incluso en condiciones de alta presión de vectores.
Publicaciones asociadas
- Artículo científico: Morphological variations and abundance of populations of the leafhopper Dalbulus maidis (DeLong) (Hemiptera: Cicadellidae) from the corn-producing region of Huila, Colombia.
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